Empresarios y empresas de pequeña dimensión conviven habitualmente con inquietudes como:
Las dificultades para conformar equipos de trabajo eficientes.
Las dificultades de delegación y concentración de funciones en la dirección y/o propiedad.
Un gerente o empresario multi-tasking y micro-gestiones.
La sensación de soledad en la toma de decisiones en todos los ámbitos de la empresa.
Sensación de no llegar a todo. Falta de tiempo para gestionar cuestiones importantes.
Ansiedad y ambientes laborales claramente mejorables.
Además, el deterioro de la calidad de vida del empresario de estas pequeñas organizaciones, limita su motivación hacia el crecimiento de su proyecto empresarial. Este crecimiento, en muchas ocasiones, es clave para la eficiencia de las inversiones realizadas y modelo de negocio, pero se establece y se consigue, en decremento de su calidad de vida.
Estos problemas, aún históricos en muchas pymes, ahora afectan más que nunca. Estamos ante unos meses en los que muchas organizaciones tendrán que abordar cambios profundos con el peor de los escenarios: complicados entornos sociales, económicos y emocionales… Por lo que, entendemos que ¡ya!, ¡más que nunca!, se ha de trabajar y profundizar en una MEJOR GESTIÓN DEL TIEMPO DEL EMPRESARIO Y SU EQUIPO. Tiempo que, por desgracia, en muchas ocasiones se desperdicia o gestiona de forma ineficiente en:
Tareas de bajo nivel de contribución que son fácilmente identificables e incluso susceptibles de ser eliminadas.
Hábitos, costumbres, rutinas o manías que todos mantenemos en nuestro día a día y en todas las funciones de la organización:
La reticencia de las personas hacia el cambio.
Las claves y soluciones son muchas, particulares en algunos casos, pero comunes para la mayoría de ellos. A destacar por su especial relevancia:
MEDIR. ¿Cómo voy a tomar consciencia del problema que tengo si no tengo conciencia de donde va a parar mi tiempo?.
PONER LÍMITES a la jornada y centrarse en los factores clave.
SIMPLIFICAR procesos y CUMPLIR CON LOS PROCEDIMIENTOS de funcionamiento establecidos o eliminarlos. Estabilizar procesos y métodos de trabajo. No parchear continuamente la organización y sus dinámicas de trabajo. Erradicar soluciones informáticas que no solucionan ni simplifican nada, sino todo lo contrario.
Centrarse en los OBJETIVOS…..por lo que se ha de implantar una cultura de objetivos sobre la dirección y organización en su conjunto.
PLANIFICAR….huir de la improvisación. Una correcta gestión de la periodicidad de las tareas te ayudará a mantener el orden y las prioridades.
Evitar los agotadores ladrones de tiempo: canales de comunicación triplicados, malas dinámicas de reuniones, dinámicas de visitas, controles redundantes, gestión permanente de las urgencias, dificultades y dudas continuas en la toma de decisiones, etc.
Diferenciar lo IMPORTANTE de lo URGENTE.
Un correcto descanso y ejercicio físico.Método de trabajo, imparcialidad, profesionalidad, experiencia y una visión externa le pueden ayudar a identificar aquellos aspectos que le penalizan personal y empresarialmente: su gestión del tiempo y la rentabilidad de su organización.
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